No trates de poseer cosas

Hola… Hay un dicho antiquísimo que, cuando lo escuché, me dio un motivo excepcional de reflexión: “No trates de poseer cosas, porque las cosas en realidad no pueden ser poseídas. Limítate a cerciorarte de que no estás poseído por ellas y serás el soberano de la Creación”.

         Me viene a la memoria una frase de San Agustín: “No es más feliz o más rico aquel que más cosas tiene, sino aquel que menos necesita o menos necesidades se ha creado”. A los eruditos de San Agustín la traducción de la frase les resultará un poco libre; desde mi ignorancia les pido su perdón.

         Me contaron una historia que, ahora, te voy a narrar: “Un día, estaba un filósofo a la orilla de un río; contemplaba el agua, la belleza de la orilla, el verdor de los campos, la exuberante vegetación, en fin, estaba en un éxtasis de paz y felicidad. En eso se le acerca un discípulo y le pone junto a sus pies dos enormes perlas, como muestra de agradecimiento y admiración. El filósofo toma en sus manos una, pero lo hace guardando el mínimo cuidado; la perla se le resbala y, rodando, va a dar al fondo del río.

         El discípulo se zambulló en el agua para rescatar la valiosísima y costosísima perla. Todo el día buceó, una y otra vez, hasta que se hizo de noche, pero no encontró nada. Estaba apenado y exhausto. Se acercó al filósofo y le dijo: -Maestro, ¿viste dónde cayó? Indícame el lugar exacto y voy a recuperarla. El filósofo lo miró sonriente, cogió del suelo la otra perla y la lanzó al río diciéndole: -Cayó justamente allí”.

         Por supuesto, mi inteligente amigo, la conclusión es clara: al filósofo no le interesaban las perlas, aunque tuvieran un precio exorbitante. No trataba de poseer las cosas, pero había algo más importante: no dejaba que las cosas lo poseyeran.

         Al leer estas líneas podemos pensar de muchas maneras; lo que sí tengo es el máximo interés en que tomes en consideración esta peculiar filosofía de la vida y la compares con la que, en estos momentos, rige tus actos y actividades.

         A modo de reflexión personal, creo que uno de los problemas más graves que hemos tenido en la historia, es cuando el ser humano metió en su cabeza y en su corazón la idea de la posesión y, con ella, la idea y acción del egoísmo.

“Antes de llenar el vaso con el líquido bueno, hay que derramar el malo”. (San Agustín)

         Gracias por llegar hasta aquí.  Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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