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Hola… Ayer fue el Día de Santa Rosa de Lima y a partir de este momento me gustaría que me acompañes en una oración dirigida a nuestra Santa Limeña para que sea ella, al lado de San Martincito de Porres, quien en unos días tan aciagos como los que estamos viviendo, sea su intercesión nuestra fortaleza para salir hacia adelante en esta etapa de dolor y desesperanza.
En la vida de los Santos no podemos resumir en una palabra o en un simple contexto toda la riqueza que transmiten a la Iglesia, o quedarnos simplemente, como muchas veces lo hemos hecho, en algo tan anecdótico, siendo para su vida muy importante como fue el ayuno y mortificaciones que ella misma había descubierto para moderar sus instintos y ofrecerle a Dios pureza y plenitud.
Recuerdo que hace años una famosa modelo “pop” en el mundo de las pasarelas y posiblemente una de las que más cobraba por cada contrato, estamos hablando de cantidades millonarias por jornada de trabajo, contó que después de un desfile en Miami, todos los participantes fueron invitados a la recepción en un hotel de Coral Gables; viendo la cantidad y exquisita comida servida en el buffet, se le acercó un periodista y en la conversación surgió esta pregunta intrascendente: -De todo esto, ¿qué has comido? Y ella le contestó: -Una uva. Admirado el entrevistador repitió la respuesta diciendo: -¡Solo te has comido una uva! -Por supuesto, le dijo ella, guardo una dieta estricta para mantener mi cuerpo y mi mente despejada; por eso estoy en las pasarelas más importantes del mundo.
Muchas personas, bien por salud, por ser deportistas de élite, o por muchas otras razones, saben cuidarse siguiendo un fin superior que no necesariamente los “mortales” entendemos, pero ellas no tienen por qué darnos explicación.
Santa Rosa de Lima fue, primordialmente, una mujer entregada totalmente a Dios y esa entrega la llevó a un compromiso social que fue una gran riqueza para los más necesitados de aquella Lima que la conoció. Todos los sacrificios, ayunos y mortificaciones son difíciles de comprender desde nuestra visión de la vida y es por ello que buscar lo anecdótico de Santa Rosa de Lima, es perder de vista una de las vidas más ricas que nos ha dado la historia del Perú, al igual que otros hombres y mujeres han sabido construir un Perú capaz de soportar los más grandes avatares de la historia.
“Una sola alma y un solo corazón hacia Dios”.
Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!
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