Jesús, yo confío en ti

Hola… Las palabras, a veces, no son lo suficientemente claras y contundentes para la paz del alma que tanto estamos añorando. Resulta que “cayó” en mis manos una bellísima oración, que por no saber quién la escribió, la autoría es anónima, al menos para mí; sin embargo, la belleza del texto es tal que, al leerla, solo te pido que lo hagas en un lugar de mucho silencio, con una actitud interna de mucho recogimiento y meditando cada una de las frases que vas leyendo. Más aún, hazla llegar a personas que pueden estar con su alma agitada. Le haremos un gran bien. Y dice así:

         “Mensaje de Jesús: ¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida? Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor. Cuando te abandones en Mí, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma: JESÚS, YO CONFÍO EN TI.

         Evita las preocupaciones, angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar con libertad. Abandónate confiadamente en Mí. Reposa en Mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente: JESÚS, YO CONFÍO EN TI. Lo que más daño te hace es tu razonamiento, tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera. Cuando me dices: JESÚS, YO CONFÍO EN TI, no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, YO TE AMO.

         Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía. Continúa diciéndome a toda hora: JESÚS, YO CONFÍO EN TI. Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles, Satanás quiere eso: agitarte, angustiarte, quitarte la Paz. Confía solo en MÍ, abandonándote en MÍ. Así que no te preocupes, echa en MÍ todas tus angustias y duerme tranquilamente. Dime siempre: JESÚS, YO CONFÍO EN TI y verás grandes milagros. Te lo prometo por mi amor”.

“La Fe no hace las cosas fáciles, hace las cosas posibles”

         Gracias por llegar hasta aquí.  Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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