Lecciones de vida

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Hola… A partir de este momento y será en varias oportunidades invitaré a esta columna a un amigo que conocí en Marruecos. Él es beduino quien, al mismo tiempo, de hacer de guía en su país natal, transmite la filosofía de su pueblo que tiene las raíces en gente que cree profundamente en Dios, respetando sus tradiciones como el mejor legado que puede hacer llegar de generación en generación.

Me temo que hoy en día nuestro mundo, ubicado en el siglo XXI, no solo se ha olvidado del siglo XX, sino en muchos casos nos hemos olvidado hasta del ayer.

¡Qué bueno sería escuchar esta historia para ver qué podemos rescatar de ella en una sociedad donde pareciera que lo más importante es hundir al otro!

Esta es la historia: «En una tribu africana, cuando uno de sus miembros mantiene una actitud negativa prolongada, cometiendo errores contra sí mismo, contra la comunidad o contra otras tribus, los ancianos y los sabios del pueblo lo citan una noche y entorno a una hoguera ubican al desadaptado y no le recriminan para nada sus malos actos, sino que le hablan de quiénes fueron sus antepasados, de quién es su familia y le hacen ver que él es un hombre bueno porque su tradición lo es de gente buena. También le recuerdan las cosas bonitas que tenía y hacía en su vida, porque ahí se conocen todos de cuando eran niños y adolescentes. No le reprochan; al contrario, lo que desean es que se conecte con lo bueno que tiene para poder así enmendar sus errores».

Cuando Susie me contó esta historia de sus ancestros comparándolo con el mundo nuestro, donde solemos vivir de destrozar a las personas con o sin razón, me hace pensar que la capacidad destructiva del ser humano es infinita y que no necesitamos de guerras ni de conflictos bélicos para destruirnos porque, prácticamente, vamos minando de tal manera al otro que no valoramos su futuro y no buscamos de ninguna forma rescatarlo de sus errores.

No siempre la esencia de la vida está en los avances tecnológicos, sino en aquellos hombres y mujeres que por encima del modernismo están profundamente unidos a Dios.

En próximas ocasiones, al igual que el Filósofo de La Encalada, nuestro amigo Susie, el beduino, nos acompañará con importantes lecciones de vida.

“Pensar es difícil, por eso la mayoría lo que prefiere es juzgar”

Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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