Tiempo de volver a empezar

Hoy las cosas están cambiando, después de muchos meses duros y difíciles, poco a poco la enfermedad retrocede, la vida se abre paso y volvemos a empezar, a reunirnos, a abrir caminos; pero no somos los mismos de hace dos años.

Llegamos con aprendizajes, con heridas, con fortaleza, con más fe; pero también llegamos con miedo. Si nos sirve para ser cuidadosos y prudentes, es nuestro aliado; pero si nos paraliza y nos llena de ansiedad, es nuestro enemigo. Aquí es donde Jesús se hace presente como en el día de la resurrección, en medio de nuestras puertas cerradas por miedo, y nos dice “La paz con ustedes”.

¿Por qué enfrentar el riesgo de vivir? Porque es necesario y no lo enfrentamos solos. Tenemos un Padre que cuida de la vida, a Cristo que camina con nosotros y al Espíritu Santo que nos da luz. No estamos solos. Esta convicción es la fuente de nuestra esperanza: Dios cumplirá su plan de salvación en nuestra pequeña y frágil humanidad.

Por eso animo a todos a traer lo aprendido a este tiempo nuevo, a traer la nueva sabiduría forjada, a acercarse al amigo que aún está en duelo para consolarlo, al que quedó exhausto para darle descanso. Llamo a todos a empezar este tiempo nuevo con esperanza y entrega, con amor y consolación ¡La paz esté con ustedes!