Tres Consejos-Parte II

Hola… A modo de telegrama, aunque hoy día esta palabra es desconocida para muchos, mejor a modo de WhatsApp nos ponemos al tanto sobre la historia que iniciáramos el lunes pasado:

            Una pareja, recién cumplidos los dos años de casados, por su pobreza se ve en la necesidad de que el marido salga a trabajar en otras tierras. Con el empleador quedaron en que le iba a guardar la plata y que cuando deseara regresar a su casa no tuviera ningún problema. Pasaron quince años y pidió volver a su hogar, por supuesto con su dinero. El granjero le dijo: -Tengo para ti una propuesta, o te doy tu plata, o te doy tres consejos, escoge una de las dos opciones; piénsalo bien. Al día siguiente el joven, después de meditarlo, se le acercó al granjero y le dijo: -Deme los tres consejos. Y este le indicó: -Primero: Nunca, en tu camino, tomes atajos; segundo: Nunca, en la vida, te metas donde nadie te llame; tercero: -Nunca tomes una decisión en un momento de cólera.

            Vimos el primero y el segundo consejo, que le sirvieron para no morir en el camino de regreso a su casa. Recordamos que el tercer consejo fue: -En momento de cólera nunca tomes una decisión. Pues bien, al atardecer llegó a su hogar y vio a su esposa recostada en un árbol del jardín y sobre su pecho descansaba un joven. El hombre entró en cólera porque pensó que su mujer no le era fiel, pero se acordó del consejo del sabio granjero y se dijo: -Mañana arreglo el problema. Esperó el siguiente día, se dirigió a su hogar, tocó la puerta, salió su mujer y, al verlo, ella se echó a sus brazos, pero él expresó: -¡Tú me has sido infiel!, ayer cuando llegué te vi con un hombre; ella llamó al joven, que se acercó a ambos, y le dijo a su marido: -Cuando te fuiste yo estaba embaraza, él es tu hijo; entonces el esposo recordó: Nunca tomes una decisión en un momento de cólera.

            Los tres se sentaron a la mesa, de una bolsa sacó el pan que el granjero le regaló para que lo coman juntos y en el fondo de la misma encontró todo el dinero que había acumulado los quince años de trabajo.

            No te olvides que estamos en el Mes Morado, Mes del Señor de los Milagros.

“No hay camino para la paz; la paz es el camino”. (Mahatma Gandhi)

            Gracias por llegar hasta aquí.  Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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